Nos complace informar que, durante el mes de febrero, dos alumnos pilotos obtuvieron su licencia. Se trata de Álvaro Cardoen y Rodrigo Samur, ambos apasionados por volar.
Para los pilotos se trata de un sueño de infancia que se hizo realidad. “Mi primera experiencia fue cuando tenía tres días de vida y volví de Santiago a Santa Cruz, por aire, junto a mi papá. Después de eso puedo decir que tengo muchas horas de vuelo a lo largo de mi vida”, explicó Álvaro Cardoen. Por su parte, para Rodrigo Samur, “siempre fue una ilusión muy grande. Desde pequeño soñaba despierto con controlar un avión”.
Ambos eligieron nuestro club por motivos bastante similares, sumados a historia y trayectoria familiar. Por su parte Samur comenta que “la seguridad, profesionalismo y la calidad de los instructores entregan un ambiente ideal para poder aprender a volar con total seguridad. Por estas razones elegí el Club Aéreo de Santiago, y ahora que he terminado mi curso de piloto del Área Básica, me he dado cuenta que hice una muy buena elección”.
